Hace unos días, pregunté vía redes sociales acerca de la realidad tributaria de nuestro país, y cuales serían sus sugerencias para mejorarla. En este post, recojo las ideas de más de 500 mensajes enviados via twitter, algunos más extensos vía correo electrónico e incluso propuestas técnicas enviadas por correo en papers más extensos. He recopilado en forma resumida las ideas en las que la mayoría estuvieron de acuerdo, además de mi postura personal, agrupadas en reformas específicas y con sugerencias en la forma de implementarlas.
Una verdadera reforma tributaria para el Ecuador, debe dejar de lado prejuicios ideológicos y revanchismos sociales y políticos, debe ser práctica y efectiva, teniendo como objetivo solucionar los problemas de los ecuatorianos: la pobreza y el desempleo. A mi criterio, debe centrarse en dos aspectos en
especial, primero, la reducción de impuestos a fin de que el ciudadano pueda
ahorrar, disfrutar y reinvertir los legítimos frutos de su trabajo, y, segundo, la
simplificación de trámites, pues el tiempo empleado actualmente en cumplir con
tramites, declaraciones y formularios, supera según Doing Business 2011 las 600 horas al año. Tiempo que sin dudas puede y debe emplearse de mejor manera en otras actividades.
Una
reforma en este sentido, permitirá a los emprendedores ecuatorianos generar
empleos a través de la inversión, además de atraer a las inversiones
extranjeras, actualmente esquivas por nuestro nivel de presión fiscal y las
demoras causadas por los excesivos trámites para poder iniciar un negocio.
Se
debe tener en cuenta que los impuestos no solamente influyen en el nivel de
injerencia del Estado sobre los ciudadanos, sino que influyen en las decisiones
personales, y en especial empresariales. Altos niveles de impuestos fomentan el
gasto inmediato pues desincentivan la inversión y el ahorro, además de ahuyentar
a los inversionistas internacionales hacia nuestros vecinos con ambientes
tributarios más favorables.
Una
profunda reforma tributaria para el Ecuador puede resumirse en los siguientes
puntos:
- Eliminación del Impuesto a la Salida de Capitales.
- Reemplazar el actual impuesto a la renta progresivo por un impuesto de tasa única al 10%, para todas las personas, a la vez que se debe simplificar los métodos de pago del mismo.
- Reducción del impuesto al valor agregado del 12 al 10%.
- Establecer una estructura de cobro uniforme del 6% para el impuesto a los Consumos Especiales, eliminando de este algunos items actualmente gravados.
- Reducción del impuesto arancelario al 6% para todos los insumos importados, lo que no solo mejorará la actividad comercial beneficiando al consumidor, sino que ayudará a eliminar la corrupción al restarle discrecionalidad a los empleados de aduanas.
- Eliminación de los impuestos a los vehículos, a las herencias, legados y donaciones, y a los traspasos de dominio de vehículos, pues las molestias ocasionadas en su pago los vuelven una carga muy pesada para el ciudadano. Además tampoco representan una cantidad significativa de recursos para el Estado.
- Reforma a los métodos de recaudación y solicitud de información que aplica el SRI, a fin de simplificar todos los procesos para el cálculo, cobro y transferencia de impuestos, para que las empresas y personas no consuman innecesariamente recursos físicos y humanos en tareas ajenas a los procesos de creación de riqueza. Cabe decir que en este aspecto el SRI ha dado grandes avances en los últimos tiempos, los cuales deben continuarse.
A continuación, una breve explicación de cada una:
1.- IMPUESTO A LA RENTA:
FLAT TAX:
El impuesto a la renta actualmente se ubica en un 22% para las empresas, y
tiene un sistema progresivo para las personas naturales, que tributan según la
tabla que para el efecto se emite anualmente. Esta modalidad representa una
pesada carga para el que mas se esfuerza y mas produce, además que su
implementación es compleja y requiere de extensos formularios, anticipos y
difíciles cruces de cuentas, que hacen que incluso la instrumentación de su
cobro sea problemática.
Siguiendo
el ejemplo de otras naciones que han logrado situarse en la vía del progreso,
debe tenderse hacia un impuesto de tasa única o FLAT TAX, del 10% o 12%.
Estarían exentos de este impuesto todos quienes ganen menos de tres salarios mínimos
vitales, favoreciendo así su situación hacia el ahorro.
BENEFICIOS: Los beneficios
de un impuesto de tasa única son una completa equidad tributaria, eliminando la
doble o triple tributación que puede darse sobre el mismo ingreso. Eliminaría
los privilegios, exenciones, créditos y deducciones que hacen complejo nuestro
sistema actual. Su cobro es simplificado, Un contribuyente con diez veces la
renta imponible de su vecino pagaría diez veces más en impuestos. Trabajadores
y empresarios exitosos no serán más perjudicados por tasas impositivas
discriminatorias. Del otro lado los empresarios corruptos no tendrán más las “palancas”
que los beneficien a través de “escudos fiscales” o tratos preferenciales.
Al
eliminar la doble y triple tributación sobre las ganancias del capital se
elevarían significativamente el valor de todos los activos productivos.
SIMPLICIDAD: Los largos y complicados formularios serían substituidos por 2 formularios simples y pequeños.
Un formulario individual para sueldos y salarios, y otro comercial para
ganancias de negocio y capital.
Además,
por su simplicidad, permitirá eliminar en su mayor parte las controversias que
actualmente sigue el SRI, y eliminan en gran parte la “curiosidad fiscal” que
hace actualmente que el SRI investigue e indague todos los aspectos de la vida
del ciudadano, haciéndolo la entidad más temida del Estado, y con mucho poder discrecional
que puede utilizarse para fines políticos.
Por
ejemplo, actualmente se graba dos veces al accionista: primero por las
ganancias de la empresa y luego cuando ésta le paga un dividendo. El impuesto
de tasa única elimina este doble cobro.
La gente
que ahorra paga impuestos primero por el dinero que ganó e invirtió y por
segunda vez sobre los intereses que gana en esa inversión. El impuesto de tasa
única elimina ese impuesto doble.
FORMA DE IMPLEMENTACIÓN PROGRESIVA: Las
actuales tasas del impuesto a la renta serían reemplazadas en principio por una
sola tasa del 18%, pero se reduciría en 2% cada año hasta llegar al 12%.
Al
contrario de lo que podría pensarse, la aplicación de este sistema, que
disminuye los impuestos, no significa una disminución de los ingresos del
Estado, al contrario, bajo este criterio, la expansión de la economía generaría
incluso mayores ingresos, a la vez que favorece a la creación de empleos. Puede
revisarse al respecto los casos de Hong Kong, Estonia, Letonia, Singapur y
Rusia.
ELIMINACIÓN
DEL ANTICIPO DEL IMPUESTO A LA RENTA:
Actualmente,
las personas deben pagar anticipadamente un 50% del Impuesto a la renta del
período fiscal anterior, menos las retenciones en la fuente aplicadas. Esto es
abiertamente inconstitucional, pues no existe aún la renta sobre la cual se
está tributando. ¿Qué pasa si esa renta no llega a obtenerse? Esto desincentiva
la inversión y el emprendimiento, pues incluso genera iliquidez en los pequeños
y medianos productores.
Con
la implementación del Impuesto de Tarifa Única, se eliminaría esta situación y
únicamente se pagaría por lo efectivamente percibido.
En la práctica, incluso hay casos en los que no llega a darse la renta por la cual se pagó Anticipo, y que el mismo viene a constituir una especie de impuesto mínimo por una renta que jamás se llegó a percibir, lo que es injusto, confiscatorio y anticonstitucional.
IMPUESTO A LA SALIDA DE CAPITALES:
Actualmente,
el 5% de Impuesto a la Salida de Capitales, constituye una de nuestras
principales barreras frente al desarrollo. Aunque se creó con la intención de
mantener los capitales en el país, su efecto directo ha sido que los capitales
extranjeros para inversión no ingresen, pues resulta costoso posteriormente
para los inversionistas extraer los réditos de sus inversiones, por lo que han
preferido a países vecinos sin este impuesto. Además, su efecto indirecto ha
sido que, este 5% para quienes pagan por ejemplo en importaciones de productos
que no producimos en el país, sea transferido al costo al consumidor, lo cual
causa precios más elevados.
Lo
que proponemos es la total eliminación de este impuesto, que constituye un
freno a la creación de empleos, que no se compensa con sus niveles de
recaudación y los costos de su implementación y control.
REDUCCION DEL IVA.
Debe
tenerse en cuenta que impuestos altos no significan altas recaudaciones para el
Estado, al contrario, una carga tributaria pesada disminuye la actividad
empresarial y desincentiva el emprendimiento, provocando un estancamiento de la
economía.
Si
bien el IVA no es un impuesto que genere una alta distorsión como el Impuesto a la Renta,
una reducción del 12% al 10% sería favorable a nuestra economía pues al dejar más
dinero en el bolsillo de sus legítimos dueños, los ciudadanos, se incentiva el
ahorro o el consumo, o ambos a la vez, lo cual incentivaría la producción por
el aumento de la demanda de productos, y por la disponibilidad de recursos
financieros para implementar proyectos productivos.
Ademas,
una disminución de la carga tributaria desincentivaría la informalidad fiscal,
pues cuando la carga es demasiado alta crece el sector informal que busca
mecanismos para evadir la facturación.
Sin embargo, se podría considerar una opción transitoria la elevación del IVA a 14% por un período de dos años, mientras se aplica la disminución del impuesto a la renta, aunque al ser éste un impuesto pagado directamente por el consumidor en general, podría ser políticamente inviable.
FORMA DE IMPLEMENTACIÓN: a
fin de que el Estado pueda ajustarse a la nueva tasa, y que los sectores productivos
puedan aumentar la producción y con ello la generación de recursos para
recaudación del Estado, se haría una implementación progresiva, disminuyendo el
primer año un 1%, y otro 1% en dos años, a fin de garantizar una transición
progresiva.
IMPUESTO
VERDE Y OTROS RELACIONADOS A LOS VEHÍCULOS
Actualmente,
se pagan múltiples impuestos relacionados con los vehículos, desde el alto
arancel y el Impuesto a los Consumos Especiales, hasta las tasas de los GADS,
el traspaso y el nuevo impuesto verde. Esta multiplicidad de trámites genera
una innecesaria burocratización y molestias al ciudadano, además que muchos de
ellos resultan incluso “a pérdida” pues sus costes de cobranza no resultan
rentables frente a la utilidad recaudada.
Lo
que proponemos es la unificación de éstos en una única tasa anual sobre el
avalúo real del vehículo, que disminuirán progresivamente de acuerdo a una tasa
de amortización de dicho valor. Por operatividad, éste será desconcentrado a
los GADS, y servirá para financiar la operación de las entidades de control de
tránsito, al igual que las multas y sanciones.
FORMA DE IMPLEMENTACIÓN: La
progresiva transferencia de competencias a los GADS, se realizará en principio
a los municipios que soliciten la misma por tener capacidad operativa para su
recaudación. La transferencia a todos los municipios será obligatoria luego de
5 años.
El
impuesto verde, impuesto al traspaso, etc. desaparecerían, unificándose con la
matrícula de pago anual en un período de 2 años, en el primero, el impuesto
verde por ser el más elevado, y en el segundo, los demás cuyos montos son
menores.
REDUCCION
ARANCELARIA PROGRESIVA.
No
existe país desarrollado cuyo progreso no esté conectado directamente a la apertura económica.
Actualmente, la multiplicidad de partidas y aranceles dificultan el tránsito
legal de las mercancías, generan discrecionalidad en los funcionarios
aduaneros, y elevan los costos de importación, todo lo que es finalmente
transferido al consumidor a través de la correspondiente alza en los precios. La discrecionalidad es siempre campo de cultivo para la corrupción.
Estos
problemas pueden eliminarse con una sustitución de nuestro complejo sistema de
tarifas arancelarias, con un sistema de tarifa única, progresivamente.
Siguiendo el ejemplo chileno, pudiese tenderse hacia una tarifa única de 6% que
sería implementada en un plazo de 6 años, de manera progresiva, a fin de
proteger a los sectores mas débiles de la economía.
Estas propuestas, implementadas individualmente o en conjunto, considero serían positivas para el crecimiento de la economía ecuatoriana, generando más recursos para el Estado ya que no se debe caer en la falacia de la "redistribución de la torta" de un solo tamaño, con estas medidas, la "torta" crecería; y mas importante aún, los frutos de ese desarrollo se quedarían en los bolsillos de los ciudadanos que con su esfuerzo legítimamente se lo han ganado, y no en innecesarias burocracias.
Esta propuesta aquí recogida, lejos de agotar el tema, busca iniciar el necesario debate de una verdadera reforma tributaria que sea beneficiosa para el ciudadano, único titular de la verdadera soberanía, pues las 9 existentes en los últimos años, ademas de generar inestabilidades, no han sido realmente beneficiosas directamente al individuo, ya que por mas que se argumente que con esos recursos -mas los petroleros- se han construido infinidad de carreteras, nadie sabe mejor qué hacer con su dinero que el individuo que se lo ha ganado trabajando, y es ahí donde debe estar, en el bolsillo del ecuatoriano.
Esperando sus comentarios,
saludos
ftp
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