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DERECHO, POLITICA, ROCK N ROLL Y LIBERTAD

viernes, 29 de julio de 2011

SI EL PRINCIPITO VISITARA EL ECUADOR…

Pocos personajes de la literatura han marcado tanto y a tantos como el Principito de Antoine de Saint Exupery. A pesar de estar escrito como cuento infantil, no es un libro para niños. Es más bien una gran metáfora sobre lo que consideramos importante, sobre la vida y nuestra forma de enfrentarla.

El principito vive solitario en un pequeño planeta, el asteroide B 612, en el cual disfruta de las puestas de sol, y pasa los días cuidándolo. Se enamora de una rosa que creció en él de forma espontánea.

Un día decide abandonar su planeta, algo cansado de los caprichos de su rosa y decide viajar de planeta en planeta explorando y buscando amigos Aprovecha una migración de pájaros para emprender su viaje, así, visita seis planetas, cada uno de ellos habitado por un personaje: un rey, un vanidoso, un borracho, un hombre de negocios, un farolero y un geógrafo, los cuales, a su manera, demuestran lo vacías que se vuelven las personas cuando se transforman en adultas.

El último personaje que conoce, el geógrafo, le recomienda viajar a un planeta específico, la Tierra, donde entre otras experiencias acaba conociendo al aviador que es el mismo Saint Exupery, quien estaba perdido en el desierto.

Me detengo aquí recomendándoles que se remitan al fabuloso librito, pues no es mi afán el de hacer un resumen del mismo. Pero, ¿qué pasaría si al llegar a la Tierra, el Principito hubiese caído en el Ecuador?

Seguramente, se habría admirado de nuestra realidad, de las cosas que tomamos por serias y de las serias que tomamos por superfluas. Pero también, habría encontrado muchas similitudes con los personajes de los otros planetas, pues en la Tierra hay miles de Reyes, vanidosos, borrachos, hombres de negocios, etc.

En Ecuador, habría encontrado a un personaje singular, que reúne a muchos de los anteriores en uno solo. Seguramente le recordaría al Rey del primer planeta, que vestía de púrpura y armiño -aunque el criollo mas bien vestía de verde y azul- que al verlo llegar a su planeta exclamó:

—¡Ah, aquí tenemos un súbdito!

Entonces El principito se preguntó:

"¿Cómo es posible que me reconozca si nunca me ha visto?"

Ignoraba que para los reyes el mundo está muy simplificado: Todos los hombres son súbditos.

Seguramente, le llamaría la atención que en vez de súbditos empleara palabras como “camarada” o “compañerito”, la confusión que le provocaría el uso de estos términos sin duda lo dejaría perplejo.

Pero también le recordaría a su Vanidoso, del segundo planeta que visitó:

—¡Ah! ¡Ah! ¡Un admirador viene a visitarme! —Gritó el vanidoso al divisar a lo lejos al principito.

Para los vanidosos todos los demás hombres son admiradores.

Y cuando el Principito le hacía preguntas, el Vanidoso no lo escuchaba, los vanidosos solo escuchan las alabanzas.

Seguramente, se habría acordado de esto al ver que nuestro personaje no solamente que escucha solamente las alabanzas, sino que manda a callar a las que no lo son.

Y sin duda, habría encontrado muchos como su borracho del Tercer planeta, que se refugiaba en la bebida para olvidar que tenía vergüenza de beber. Muchos huían así de su realidad, muchos lo hacen. Sin embargo, no apreciaban a nuestro peculiar personaje, por sus frecuentes aplicaciones de la “ley seca”.

También, de seguro que encontraría muchos semejantes a su Hombre de Negocios del Cuarto Planeta, que se preocupaba únicamente por sus cuentas, pero descuidaba su realidad. Con seguridad se habría indignado de que además de silenciar a quienes no lo alaben, nuestro personaje pretenda cobrarles 80 millones cuando lo critican.

Y finalmente, se acordaría del farolero de su Sexto planeta. Quien desde hace innumerables años encendía y apagaba su farol invariablemente, pues esta era “la consigna”. Sin embargo, los tiempos había cambiado mientras “la consigna no, y en consecuencia, el seguir fiel a una inmutable consigna le consumía la vida. Indudablemente, en nuestro país habían muchos fieles a una “consigna” utópica que a nivel mundial ya se había dejado atrás, entre ellos nuestro peculiar personaje. La fidelidad a esta consigna hacía que sus seguidores no se inmuten frente a las actitudes de su líder, pues había que ser fieles a la consigna revolucionaria, aunque ésta consuma sus vidas y las de los demás.

"Decididamente, las personas mayores son muy extrañas" diría el Principito. No solamente han olvidado al niño que fueron y que llevan dentro, sino que dejan ahora guiar sus vidas y destinos por extraños y singulares personajes, sin hacer nada por cambiarla ellos mismos. Seguramente su niño interior se avergüenza de lo que son ahora.

¿Y si como dice la canción de Sal y Mileto, el principito es cualquier guambra de la calle?

domingo, 24 de julio de 2011

¿Qué dijo Emilio Palacio?

¿Qué dijo Emilio Palacio? ¿Qué fue lo que escribió para ser condenado junto con Diario El Universo a pagar 40 millones de dólares y a 3 años de cárcel? ¿Cuál fue el insulto, la injuria tan grande que se le hizo al Presidente para ser merecedor de semejante condena? He aquí el artículo que causó todo el problema:

http://www.eluniverso.com/2011/02/06/1/1363/mentiras.html

Escribo esta nota pues un gran amigo twittero hizo una pequeña encuesta en su red social preguntando quienes habían leído o conocían el texto que motivaba tan popular juicio, y resultó que se podían contar con los dedos de la mano… Sin embargo, llama la atención que todo el mundo opinaba, a favor o en contra, sin conocer siquiera el maléfico texto, y -como no puede ser de otra manera cuando así se obra- se emitían y emiten criterios únicamente en virtud del afecto o desafecto hacia el mandatario, o en el mejor de los casos, repitiendo lo dicho por uno u otro bando.



Pero al tratarse de cosas jurídicas, no se juzga si El Universo o Emilio Palacio en general son o no confiables y veraces en sus informaciones, se juzga únicamente el texto en el que se publicó la presunta injuria, dejando de lado los afectos, desafectos, amores y odios que pueden provocar los personajes envueltos en este tema.

Esta es la frase central en la que según la parte acusadora se presenta la injuria calumniosa:

“EL DICTADOR DEBERÍA RECORDAR, POR ÚLTIMO, Y ESTO ES MUY IMPORTANTE, QUE CON EL INDULTO, EN EL FUTURO, UN NUEVO PRESIDENTE, QUIZÁS ENEMIGO SUYO, PODRÍA LLEVARLO ANTE UNA CORTE PENAL POR HABER ORDENADO FUEGO A DISCRECIÓN Y SIN PREVIO AVISO CONTRA UN HOSPITAL LLENO DE CIVILES Y GENTE INOCENTE. LOS CRÍMENES DE LESA HUMANIDAD, QUE NO LO OLVIDE, NO PRESCRIBEN”

Saquen sus propias conclusiones. Dejando de lado mi opinión personal sobre la “sentencia flash” y sus argumentos, me parece oportuno resaltar que a lo largo del artículo de Palacio, nunca se menciona al presidente Correa.

Dicho esto, -y repito hoy dejo de lado todo lo jurídico- recordando los años de primaria, hay que analizar la frase. Y aquí transcribo lo que me quedó de una conversación con un profesor de mi antigua escuela. Cuando una maestra regla en mano nos hacía analizar oraciones en clases de Gramática, nos enseñaban que éstas se componen de Sujeto, verbo y predicado.

Aplicando este análisis a la oración que contiene la supuesta injuria, vemos que el verbo principal es “DEBERÍA RECORDAR”, preguntamos ¿QÚE debería recordar? Para obtener el predicado, y ¿QUIEN debería recordar? Para obtener el sujeto. EL predicado es todo lo que dice sobre que en un futuro podrían enjuiciarlo por haber ordenado fuego a discreción contra un hospital, etc, etc. Ahí está la discusión jurídica que no abordamos ahora. Pero lo curioso está en el SUJETO de esta oración, pues la respuesta a ¿quién debería recordar? Viene a ser: “EL DICTADOR”. Como ya dije, nunca en el artículo se menciona al presidente ni se da nombre alguno. Mi profesora dudaría: ¿Acaso se siente aludido? …Si la respuesta es NO, pues Ecuador es un país democrático, no hay fundamento para la injuria pues en el Ecuador no hay dictador, pero si la respuesta es SI… chutaguanta!

jueves, 21 de julio de 2011

¿Quién en este país se atreve a decir que el rey está desnudo?

¿Quién en este país se atreve a decir que el rey está desnudo?

Muchas voces callan por miedo, miedo al hambre, miedo a la represión.

El que depende de un salario para dar de comer a sus hijos, piensa no una sino mil veces antes de alzar su voz cuando el que paga es el opresor. La lógica del estómago es la única lógica en tiempos de escases, y ésta parece ser la lógica de nuestros pueblos ante sus tiranos durante largos períodos, y sin dudas la lógica del empresario en tiempos de revoluciones, aunque ésta se llame más bien, la lógica del bolsillo. A la final los pueblos despiertan, los empresarios, a veces. La defensa del negocio, la defensa del cargo, en fin, la defensa de la condición actual ante la amenaza de una posible desmejora, pone en jaque a la opinión, que se auto-silencia.

Así funciona la lógica del estómago. Y muchos se guardan sus gritos aún cuando indignados. Unos pocos se desahogan salvando la patria en bares y cafés, algunos, pero siempre prudentes cuidándose de que no escuche algún sospechoso que pueda hacer de soplón. ¡Cambie el tema, mi don, que ya viene el Carlitos!

¿Será por eso que se incrementa la burocracia en todo régimen autoritario, aprovechando la necesidad de empleo y estabilidad, se nutren las filas del Estado acuartelando cientos de nuevos funcionarios, quienes a pesar de no comulgar en muchos casos con las ideas del Poder, sin embargo siempre tienen que comer y familias que alimentar?

¿Será que así, los totalitarismos pretenden comprar el silencio de los diferentes, pagando no el precio de sus conciencias –muy caro- sino solamente el precio del miedo, del miedo al hambre, hambre de los suyos, más que la propia misma?

¿Quién en este país se atreve a decir que el rey está desnudo?

De esta manera, ante la ausencia de seguridad jurídica y garantías que operen como límites y vínculos a las decisiones del poder, el ciudadano se pone a la defensiva y no espera ya progresar sino solamente no desmejorar su condición. Por esto se come sus palabras, que, por silencio, le sirven de amargo condimento a su desayuno…pero –piensa- por lo menos come aún.

Sin embargo, el precio del miedo y el yugo del hambre no alcanzan para comprar las conciencias ni la dignidad. En cada ciudadano que guarda silencio, duerme y crece la semilla de la libertad. Menos mal que aún no regulan el fuero interno de los pensamientos, la cárcel cerebral es aún desconocida para los reglamentos.

Y como no pueden salir, por miedo, crecen con la ira del condenado por un delito no cometido. Sube la presión de las conciencias en las que la libertad siempre estará. Se eleva el caudal de la indignación y las ideas acalladas empiezan a agitarse. Algún momento la presión será tal que volará la tapa de la olla, y las explosiones suelen no ser pacíficas.

No hay nada más peligroso que reprimir a las conciencias. El miedo al hambre compra al silencio, pero no al pensamiento.

¿Quién en este país se atreve a decir que el rey está desnudo?

domingo, 3 de julio de 2011

Luigi Ferrajoli en la UASB de Quito

En los ultimos días, estuvo en nuestro país el Filósofo del Derecho Luigi Ferrajoli, gracias a la invitación de la UASB de Quito, para quienes asistimos, fue un grato honor conocer al maestro que a partir de su teoría del Garantismo penal y sus posteriores reflexiones sobre derechos fundamentales, constitucionalismo, teoría y filosofía del derecho, llevo a una revolución conceptual en muchos aspectos.

A continuación les dejo el link del vidéo de la conferencia del profesor Ferrajoli, posteriormente haré algunas observaciones a la misma, acabando mis examenes de la U.




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